Creada durante la Edad Antigua con fines ceremoniales, la máscara le ha ido sirviendo al ser humano para varias labores antes de clasificarse como el rasgo habitualmente más significativo de un personaje de terror, pues la mera ocultación de nuestra cara puede instigarnos a cometer desde inocentes travesuras hasta crímenes imperdonables, más que nada porque siempre existe una mínima posibilidad de que salgamos impunes.
Ahora bien. ¿Cuál sería la máscara que menos te gustaría contemplar antes de que tu vida se desvanezca? A continuación exhibiremos aquellas diez que, personalmente, son las que mejor diseño ostentan y/o más miedo inspiran.
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Dr. Decker | NIGHTBREED (1990)
Perteneciente a un personaje de un relato del destacable Clive Barker (autor de «Hellraiser» y «Books of Blood»), esta austera máscara con botones como ojos y una cremallera como boca ya intranquiliza desde el primer momento en que la ves, dado que cuesta adivinar a qué mente retorcida le deleitaría ir por ahí con semejante... "cara".
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Douglas Whooly | SATAN'S LITTLE HELPER (2004)
Puede parecer una de esas caretas que hallarías en cualquier bazar con artículos de Halloween, pero no finjas que encontrarte con una especie de demonio sonriendo tan siniestramente como el Joker pudiera ser lo más normal del mundo... y que encima te persiga con intenciones nada benévolas.
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Pigface | SAW (2004)
No me preguntéis por qué, pero la cabeza de un cerdo me resulta inquietante cuanto más tiempo la observo (y mejor ni hablar de parientes salvajes como el jabalí o el facóquero)... y algún productor de una de las franquicias de terror más populares parece haberse dado cuenta de ello, creando así una máscara no obtuvo ni la mitad de prestigio que el títere de Jigsaw.
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Horny the Clown | DRIVE THRU (2007)
Si ya de por sí te incomodan los payasos, imagínate ser la presa de uno que, además de portar una grotesca máscara y ser veloz como el viento, no tendría inconveniente ni siquiera en proveer a su propio restaurante de comida rápida con tu carne.
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Havoc | CRY HAVOC (2020)
Si las sagas de videojuegos «Silent Hill» y «The Evil Within» tuvieran un hijo, sería como esta portentosa máscara de la que hace gala uno de los asesinos menos conocidos del mundo del cine... pese a haber protagonizado 4 películas.
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Jason Voorhees | FREDDY VS JASON (2003)
Iniciamos los pesos pesados presentando a la estrella de una afamada franquicia slasher estirada hasta lo absurdo; un símbolo del cine de terror que incluso le dio bastante guerra al gran Freddy Krueger; un psychokiller que fue evolucionando de asesino mediocre a imparable fuerza destructora a lo largo de los 80s... y a quien se le reconoce al instante por su máscara de hockey. Todas las versiones de ésta me parecieron geniales...
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Leatherface | THE TEXAS CHAINSAW MASSACRE (2003)
No sólo perteneció a probablemente el más viejo icono del subgénero slasher (el cual además no había llegado aún a su auge), sino que también se trató de una máscara tan innovadora como terrorífica mediante el detalle de estar confeccionada con auténtica piel humana. Su versión primigenia de 1974 estuvo bien, pero en el remake de 2003 (la película más recomendable de la franquicia en mi opinión) la habían refinado casi hasta el máximo.
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Ghostface | SCREAM (1996)
La medalla de bronce de este Top se la lleva la ilustre máscara de la saga «Scream». ¿Motivos? Yo creo que son muy evidentes...
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Babyface | THE HILLS RUN RED (2009)
La medalla de plata de este Top se la queda el asesino de un slasher que ganó menos reconocimiento del que ameritaba, cuya máscara atemoriza por constar de un resquebrajado rostro de bebé de porcelana que, además de complementarse con una quijada humana, reemplaza la piel que el propio personaje se había arrancado. Simplemente genial... tal y como dicen algunos carteles de "desmotivaciones.es" sobre Pokémon.
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Michael Myers | HALLOWEEN II (2009)
Y la medalla de oro del Top es para el símbolo de la franquicia que, al igual que hizo cierto clásico en 1980, había sentado las bases del subgénero slasher y lo popularizó gracias a su éxito comercial (de no ser por el rotundo fracaso que supuso el tercer film estrenado en 1982, la saga no habría tenido que seguir el ejemplo de «Friday the 13th»). Aunque no se trató más que de una réplica del rostro de un personaje de Star Trek, la fantasmagórica máscara de Michael Myers infundía pavor sobre todo por su inexpresividad, la cual habían atenuado en varias secuelas. De todas sus versiones, las mejores me han parecido las de 1978 y 2007, pese a que en cierta secuela de 2009 (una de las peores entregas) consiguió verse más aterradora que nunca... desde mi punto de vista.
Bueno, gente... Existen muchas más máscaras del cine de terror que habrían merecido un lugar en este top, así que próximamente haré una segunda parte. Dulces pesadillas.
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